06/16/2020

Hacia el AUTOCUIDADO… La VULNERABILIDAD en positivo.

   Como consecuencia de la violencia de género, las mujeres se ven inmersas en un ciclo de violencia sin llegar a ser conscientes de ello. 

   Mientras lo soportan se va produciendo una progresiva pérdida de autoestima, desconfianza en su capacidad para mejorar la situación, sentimientos de confusión, culpa e inseguridad, por lo que su respuesta suele ser de mayor sumisión al maltratador.

   Tras haber sufrido trauma interpersonal, el daño, no solo es físico o sexual, sino también (y sobre todo) emocional.

  Desde la perspectiva de género se entiende la construcción de género como una construcción social que interiorizamos como parte del aprendizaje socio cultural en el que vivimos. Desarrollando patrones de comportamientos y creencias que pueden estar en conflicto con nuestro propio bienestar, formando esta disociación parte de nuestra formación de la identidad.

   Por lo que es importante abordar un proceso terapéutico de crecimiento personal que posibilite la conexión y el entendimiento integral. Acompañadas por profesionales de la psicoterapia, con formación y experiencia en Apego, Trauma y Disociación, que facilite el cambio.

   Hacia el AUTOCUIDADO… Partiendo del beneficio de ver la VULNERABILIDAD en positivo para la CONEXIÓN con nosotras mismas y con los demás.

  Es importante saber que ME PUEDO PROTEGER y conectar con mi vulnerabilidad ya que si no estoy conectada con mis necesidades. Me costará darme cuenta si algo me está haciendo daño. 

  Entender mis necesidades, darles importancia, y buscar proactivamente cómo atenderlas. Entender los patrones que se pusieron en marcha entonces, y siguen activos ahora. Ya que son estos patrones lo que podemos cambiar. 

   Con una mirada sin juicio, de entendimiento de la historia de apego se puede reformular y reparar (vínculos, traumas…) ¿donde aprendí a regularme? ¿que mecanismo de defensa se activa cuando me siento en peligro, vulnerable?

   Rechazo mi parte vulnerable y como mecanismo de defensa pienso “soy fuerte”, no como positivo sino como identificación con el agresor. Mostrandome con violencia o como víctima aguantandolo todo… si me siento “vulnerable” ¿agredo o trago lo que sea?.

   O por otro lado rechazo mi parte “fuerte” porque nos recuerda figuras violentas “yo no soy así”. Y cuando me siento en peligro, “vulnerable” desconecto, me bloqueo, no conectando con la rabia sana, defensiva. 

   Solo podemos sentirnos VULNERABLES cuando sabemos que nos podemos PROTEGER. Por tanto, si esa parte está desconectada “no lo se”, no soy consciente y en consecuencia no estoy conectada con mis necesidades… no pudiéndome dar cuenta de que me están haciendo daño, perpetuando el ciclo de violencia en el que estoy inmersa.
   

Paloma Durà
Psicóloga - Psicoterapeuta 

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Fuentes: 

Trauma Complejo, Apego y Disociación en tiempos del COVID19. A.Gonzalez. Asociación EMDR.

Manual de ayuda a mujeres. Centro de estudios Sant Maria.  Area de seguridad.

“Secció de Psicologia de les Dones, Gèneres i Diversitats del COPC” en la que participo en el “GT de Investigació sobre la incorporació del sexe/gènere en psicología”.